La normalización de la violencia se ha vuelto una constante, no es exclusiva contra la mujer, solo es más visible. Inadmisible ver encabezados de periódicos digitales y escritos, con cuerpos de mujeres desmembradas, apuñaladas o desolladas. - ¡Una total indignación! - Además, una violación expresa a los derechos humanos de las victimas y de sus familiares. Gravemente, una vez publicadas las imágenes de mujeres asesinadas violentamente, se convierten en un espectáculo morboso y un mecanismo para generar mayores ganancias económicas de algunos medios de comunicación.
Llevamos días, semanas, meses y años, hablando del feminicidio. Sin embargo, aún no surge una iniciativa eficiente de combate a la violencia contra nuestro género o alguna política pública que atienda y entienda un problema social tan grave. Algunos factores determinantes o variables que fomentan el feminicidio según algunos análisis: el nulo seguimiento a las denuncias de mujeres victimas de violencia en cualquiera de sus tipos (física, sexual, económica, psicológica), la poca importancia que durante décadas el gobierno le ha dado a la construcción de programas preventivos contra la violencia de género, la falta de celeridad procesal en los ministerios públicos, la falta de sensibilidad ante los familiares de la victimas en el esclarecimiento del delito, los altos índices de corrupción en las fiscalías especializadas (“- El acceso a la justicia es para quien tiene para pagarla- ”), la falta de seguimiento y recurso económico asignado a los municipios que tienen alerta de género, el personal sin profesionalización o capacitación en la atención de victimas de violencia, la falta de cultura ante la denuncia (“- ¡para que denuncia, si a los tres días va regresar con el marido!-“), la ignorancia de la ley, la burocracia, el gran desprestigio que tienen los organismos públicos ante delitos contra la mujer, el miedo al tráfico de influencias, el machismo imperante en nuestra sociedad, la percepción de los ciudadanos respecto al mal trabajo que realizan las autoridades en materia de Derechos Humanos. La cadena de omisiones jurídicas de parte de servidores públicos para realizar una denuncia. ¡En resumen!, el Estado mexicano nos sigue fallando, y nacer mujer se ha convertido en un peligro.
Las propuestas a lo largo de más de 16 años, fueron: tipificar el delito de feminicidio bajo siete características básicas para que pudiera ser sancionado, reformar todos los Códigos Penales de los Estados para que incluya el delito de feminicidio en su legislación, incluirlo en el Código Penal Nacional, estudiar algunos casos aislados para ver las premisas bajo las cuales se da el delito. Actualmente, se mencionó, hacer un cambio en la tipificación del delito para agilizar la judicialización e investigación de la carpeta (“- satanizaron a Gertz Manero por su propuesta-“), activar alertas de género en todo el país, estados y municipios de forma inmediata, dar a conocer le decálogo contra la violencia de género compromiso del estado mexicano con la CEDAW, manifestarse contra el gobierno para pedir una solución, aunque no existe nada que le devuelva la vida a una amiga, hermana, hija, tía, sobrina, nieta, prima, etc.
Más allá de los factores y las propuestas que surgieron a lo largo de los años respecto a un problema social. Considero, que el diseño e implementación de una Política Pública, debe identificar los ejes transversales culturales, sociales, económicos y políticos, así como los efectos y consecuencias que deriven de resolver un problema que NO ES EXCLUSIVO DEL MACHISMO. Implementar una Política Pública que resuelva de fondo el feminicidio, implica golpear y reconstruir al sistema jurídico mexicano por completo. Requiere, analizar los factores en la dilación de los procesos judiciales, incluyendo a la corrupción, la burocracia, la falta de acceso a la justicia por tu condición económica, la capacitación de los servidores públicos. Implica, sancionar de forma severa, conductas de servidores públicos en todos los niveles de gobierno, eliminar el trafico de influencias, el clientelismo, el nepotismo y la demagogia. Y deconstruir los valores culturales y sociales que existen en nuestra sociedad.
El diseño de la Política Pública para eliminar, erradicar o disminuir los feminicidios, requiere un arduo trabajo de transformación de la vida pública, de reinvención de las Instituciones jurídicas y de asistencia social. La culpa no es exclusivo del machismo ni de los hombres. Es culpa de un sistema jurídico, político y social podrido, caduco y obsoleto.