viernes, 27 de enero de 2017

“Los PERIODISTAS deben publicar la información relacionada con la violencia que sucede en el país, al no publicarlas contribuyen a actos de impunidad y corrupción. El GOBIERNO, debe proveer seguridad a los periodistas y Defensores de Derechos Humanos. Los FUNCIONARIOS deben de respetar la labor periodística”….

Fue a partir del termino del gobierno de Felipe Calderón y el inicio del gobierno de Peña Nieto, el 1 de Diciembre de 2012, donde la lucha entre carteles del crimen organizado por la supuesta disputa de la plazas en diversos lugares del país, trajo como consecuencia una ola de violencia y cientos de publicaciones impresas y en medio electrónicos, donde se describía, un país en decadencia y de altísima degradación social.

El Observatorio de los Procesos de Comunicación Pública de la Violencia, realizó su séptimo informe ejecutivo del consejo, dando a conocer que entre los primeros cien días de gobierno de Peña, la prensa se enfoca a temas como el presupuesto de egresos, la designación de integrantes del gabinete, la firma del Pacto por México, así como temas relacionados a los partidos políticos que lo integraban. Sin embargo, los temas de crimen organizado, violencia, así como todo lo relacionado al narco, tuvo un cambio de narrativa impresionante. La idea fundamental del gobierno de Peña era posicionar un “México en paz”, el control de la información a través de la Secretaria de Gobernación fue implacable.

El gobierno de Peña, se enfoco a reformar leyes, como la Ley Orgánica de la Administración Pública, para coadyuvar al manejo y estricto control de la información que debía publicarse, aunque le dieron poco seguimiento al desempeño del Mecanismo de Protección para personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, así como a muchas de las propuestas firmadas en el Pacto por México.

Ante la grave crisis de inseguridad no solo para ciudadanos, sino para los periodistas y defensores de Derechos Humanos, la prensa hizo su trabajo. Disminuir las palabras: asesinatos, homicidios, ejecuciones, crimen organizado, narcotráfico, cártel, violencia, en todos los medios impresos, por internet, radio y televisión abierta y de paga.

Es decepcionante saber que de esta forma algunos medios de comunicación son parte de un sistema que incrementa la impunidad y corrupción en el país. También, es poco ético que el gobierno no actúe ante actos violentos que salvaguarden la integridad de los periodistas, defensores de Derechos Humanos y que además engañen a la población con un  “México en paz” y “libre de violencia”.

Tan solo en las portadas de la prensa del Distrito Federal en una investigación realizada durante los primeros trimestres del año de gestión de Peña Nieto y los tres trimestres antes de la salida del gobierno de Felipe Calderón, las notas periodísticas cambiaron el discurso para dar paso a un gobierno “libre de violencia”.

La revisión de 24 periódicos de la Ciudad de México tales como: El economista, El Financiero, El Gráfico, El sol de México, El Universal, Excélsior, La Crónica de Hoy, La Prensa, La Razón, Milenio Diario, Publimetro, 24 Horas, El Día, El Nuevo Mexicano, Edomex El Día, Impacto Diario, La Jornada, Ovaciones, máspomás, Metro, Punto Crítico, Reforma, Reporte Índigo, y unomásuno, arrojan la siguiente información:

Portadas (prensa del DF)

Dic 2011-feb 2012
Sept 2012-nov 2012
Dic 2012- feb 2013
% diferencia
Asesinatos
234
106
117
50
homicidios
281
155
147
47.7
ejecuciones
141
97
81
42.5
Crimen organizado
943
601
469
50.2
Narcotráfico
593
409
269
54.6
Cártel
419
370
194
53.6
violencia
1,228
937
805
34.4
Cuadro 1: Con datos del Séptimo Informe Ejecutivo del Consejo del Observatorio de los Procesos de Comunicación Pública de la Violencia. Diciembre- febrero 2013

Las recomendaciones realizadas por el Observatorio de los Procesos de Comunicación Pública de la Violencia en su séptimo informe son concretas. Los periodistas deben publicar la información relacionada con la violencia que sucede en el país, al no publicarlas contribuyen a la ola de violencia y a los actos de impunidad y corrupción por parte de quienes ostentan el poder. Deben de respetar siempre los Derechos Humanos de víctimas y presuntos delincuentes, pues mientras no exista un echo imputable fehaciente, no deben dar a conocer los rostros o cuerpos de quienes se consideran presuntos delincuentes, pues vulneran , violan o transgreden los Derechos Humanos.

 A partir del 2 de abril de 2013, La Gaceta Oficial del Distrito Federal anunció la suspensión de la práctica de exhibir ante los medios a las personas detenidas. Pues con ello, dañas la dignidad humana y porque no existe la certeza aún de la culpabilidad en cualquier hecho imputable por muy certero que parezca.

En cuanto al gobierno, debe proveer seguridad a los periodistas y Defensores de Derechos Humanos. Transparentar su política de comunicación ante los medios para que fluya la información de manera oportuna. Los funcionarios deben de respetar la labor periodística.

Es fundamental señalar la etapa en la que se encuentra el proceso judicial de los detenidos, para no generar confusión a las audiencias, tanto en medios locales como nacionales, también para no violentar sus Derechos Humanos. Cuando suceda con un menor de edad, autoridades y comunicadores o periodistas deben anteponer el principio del interés superior de la niñez, y garantizar plenamente sus derechos.

Se detecto según la investigación realizada, que salvo honrosas excepciones, algunos medios de comunicación siguieron publicando notas respecto a temas de violencia en el país; Mientras que en zonas del norte del país y la comarca Lagunera, muchos medios de comunicación decidieron cerrar  y otros de manera firme y abierta expresaron que no escribirían notas respecto al crimen organizado, los motivos fueron no poner en riesgo la vida de sus empleados y reporteros, pues en diversas ocasiones, ya han sido amenazados y víctimas de atentados violentos en su empresa.

La primera estrategia de Peña Nieto fue sacar del discurso la palabra violencia, narcotráfico, entre otras. Sin embargo, con ello no quiere decir que ha desaparecido del país. Debe ponerse atención y crear las condiciones de seguridad, garantizar el ejercicio periodístico, garantizar el plena respeto a los Derechos Humanos.
El estado debe ser un proveedor de seguridad para quienes lo integran, no sólo actuar en pro de su propia seguridad política y económica.