“Texcoco
necesita una defensoría que promueva el respeto a la dignidad humana, con
criterio amplio, objetiva, comprometida con la ciudadanía y cuyo objetivo sea
el estricto apego al estado de derecho”…..
Por Mtra. Jessica Teresa Aguilar Castillo
La violencia en México es consecuencia de una carnicería por la lucha
política y económica del país encabezada por los grandes capos de la política y
del narco. El escenario del 2016 esta teñido de rojo, entre la matanza de
periodistas en el Estado de Veracruz, los feminicidios en todo el país y
principalmente en el Estado de México, la visita estratégica del papa Francisco
II, el precio más alto del dólar de la historia, el incremento del precio del
petróleo, las próximas elecciones en diversos estados de la República, la
matanza en el penal de Topo Chico, la disputa por la Asamblea Constituyente de
la Ciudad de México, la desaparición forzada de los 43 estudiantes de
Ayotzinapa, la presunción de inocencia de Humberto Moreira, la deuda de 2 mil
76 millones de pesos a la Universidad de Veracruz por parte del Gobernador
Javier Duarte, La promulgación de la “Ley Atenco en el Estado de México”, la
constante violación a los derechos humanos en todas las entidades del país, etc.
México se ha convertido en uno de los países más inseguros del mundo y
con un número exorbitante de violaciones a los derechos humanos, a pesar de
tener una riqueza cultural, natural, turística, estamos en la peor degradación
y decadencia del estado, hay corrupción, impunidad, falta de credibilidad por
parte de la instituciones, poca participación política por parte de la
ciudadanía, manifestaciones y protestas diarias en todos los sectores de la
población, pobreza, hambre, discriminación, desnutrición, etc.
Necesitamos
exigirle al gobierno federal y estatal deje de vulnerar la dignidad humana, resulta indispensable el
desarrollo integral de la personas. El respeto hacia los derechos humanos de
cada persona es un deber y una obligación de todos. En cualquiera de las
competencias de gobierno debe existir la obligación de promover, respetar,
proteger y garantizar los derechos fundamentales, naturales y humanos
consignados en favor del individuo.
La aplicación de los derechos
humanos debe estar encaminada en los principios de universalidad,
interdependencia, indivisibilidad y progresividad. Es prioridad que todas las
autoridades en el ámbito de sus competencias tengan la obligación de garantizar
el pleno goce de los derechos humanos de los mexicanos.
Desde la sentencia
condenatoria del caso Rosendo Radilla por desaparición forzada, el estado mexicano
no ha entendido que su obligación, es cumplir con las recomendaciones y
sentencias hechas por la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Es decir, mejorar las estructuras jurídicas
para que exista el debido proceso de los ciudadanos y la inexistencia de
detenciones arbitrarias por parte de algunos servidores públicos a la
ciudadanía.
Texcoco necesita una defensoría que promueva el respeto a la dignidad
humana, con criterio amplio, objetiva, comprometida con la ciudadanía y cuyo
objetivo sea el estricto apego al estado de derecho. El plan de trabajo de la Defensoría Municipal
de Derechos Humanos en Texcoco, se basa fundamentalmente en la defensa
jurídica, emocional, psicológica y educativa de los texcocanos, así como ser un
órgano de gestión, tramitación y seguimiento de las diferentes quejas de los
texcocanos para con los servidores públicos o con la ciudadanía en general. No se permitirán las violaciones, se
pretenden generar las condiciones suficientes que permitan la dignificación, el
respeto, la protección y la prevención de los derechos de las personas.
La lucha constante de los
sectores más vulnerables y el respeto a sus derechos debe pasar de ser teoría
para ser práctica. El estado mexicano no puede permitir la vulneración y
violación de los derechos humanos.
Es prioridad sensibilizar y
concientizar a la ciudadanía en el respeto a los derechos humanos, derechos
fundamentales y derechos naturales. El compromiso de la Defensoría Municipal de
Texcoco radica en la lucha por mejorar la calidad de vida, la dignificación de
la integridad humana y la lucha constante por la defensa de la diversidad
sexual, las personas con capacidades diferentes, los migrantes, los indígenas,
las mujeres, los niños, los adultos mayores, los estudiantes, las madres
solteras o mujeres en estado de violencia, etc.